El Castillo de
San Pedro de la Roca, Santiago de Cuba, fue construido como consecuencia de las
rivalidades comerciales y políticas en la región del Caribe en el siglo XVII.
La fortaleza se compone de una serie de fortificaciones en un promontorio
rocoso, construidas con el objetivo de proteger el importante puerto de
Santiago. Este intrincado complejo de fuertes, revistas, baluartes y baterías,
es el ejemplo más completo y mejor conservado de la arquitectura militar
española-estadounidense, con base en los principios de diseño italiano y
renacentista. El conjunto fue incluido en la Lista del Patrimonio de la
Humanidad de la UNESCO en el año 1997.
El Castillo de
San Pedro de la Roca y sus trabajos defensivos asociados son de un valor
excepcional, porque constituyen el ejemplo más grande y completo de los
principios de la ingeniería militar renacentista adaptados a las exigencias de
las potencias coloniales europeas en el Caribe.
Su excepcional
ubicación y su adaptación a la topografía pone el castillo en un grupo
ampliamente reconocido de tres de esas fortalezas diseñadas por los famosos
arquitectos militares, padre e hijo, Bautista y Juan Bautista Antonelli; los
otros son el Castillo de los Tres Reyes en La Habana (Cuba ) y el Castillo de
San Sebastián en San Juan (Puerto Rico). La autenticidad del castillo es alta
porque sufrió pocos cambios desde el siglo XIX, cuando salió de su uso, hasta
la década de 1960, cuando comenzó el trabajo de restauración.