Uno de los más importantes puentes de Londres es el Westminster Bridge que separa El Parlamento del County Hall (el Salón Condal) y el London Eye. Allá por el siglo XVII el único puente que unía el norte y el sur de la ciudad era el London Bridge, más al este de la ciudad. Hacia 1750 se construyó un nuevo puente de piedra que acabaría con el monopolio del primero y ayudaría a desarrollar la zona sur de Londres, distrito de Lambeth y conocido como South Bank. En el siglo XIX, el puente tal como está hoy en día fue diseñado por un tal Thomas Page, un puente de metal sobre el río Támesis que cuenta con siete arcos y diseños góticos realizados por Charles Barry, el mismo arquitecto del Palacio de Westminster (Houses of Parliament) y cuyos colores predominantes son el verde y el rojo. Al cruzarlo puedes transportarte a un tiempo atrás, me encanta mirar en ambas direcciones, el Big Ben y el Parlamento a un lado y el London Eye al otro, construcciones majestuosas que te recuerdan que estás en la capital británica.
El otro día estuve paseando por allí con mi cámara me detuve a hacer unas fotos y encontré unas modelos estupendas: las gaviotas. Había un montón y me pregunté a mí misma qué hacían tantísimas viviendo en Londres, a las orillas de un río. Me he puesto a investigar un poquito y por lo visto el número de estas aves se ha duplicado desde los años ochenta. Al parecer antes pasaban por el Támesis muchos barcos pesqueros por lo que las gaviotas se asentaron aquí y a pesar de que ya apenas pasan estos barcos se han estacionado en los tejados y se alimentan de la basura principalmente. ¡¡Son más de 20.000!! Además, una asociación protectora de aves británica, la RSPB, dice que representan una "nueva amenaza urbana" para los londinenes porque pueden ser agresivas en ocasiones. Habrá que tener cuidado jeje.