miércoles, 13 de abril de 2022

Extremadura: Sauceda

Si bien una visita a las vertiginosas tierras hurdanas suele centrarse en disfrutar de un magnífico entorno natural, hay en las viejas alquerías mucho de lo que Las Hurdes fueron, lejanos micromundos u olvidados reinos de pizarra en los que pudo escasear el pan pero no las ganas de vivir.


Hay cerca de cuarenta aldeas minúsculas que mantienen su denominación de «alquería» desde tiempos del Al-Ándalus. En lengua árabe el término alquería servía para denominar pueblos o pequeñas comunidades rurales habitadas por unas pocas familias que se ocupaban de explotar las tierras de alrededor. Cerca de Pinofranqueado, en la alquería de Sauceda, muchas de las casas viejas de pizarra que se conservan han pasado del abandono a tener un uso ganadero y agrícola. 


Con el río como frontera, las antiguas viviendas que ahora son corrales, se separan del núcleo habitado formando un pequeño pueblo fantasma que alimenta las historias y cuentos mágicos que tanto han arraigado en Las Hurdes. Aunque fueron levantadas nuevas casas de ladrillo más grandes, modernas y adecuadas a las necesidades de la población, sobreviven aún un barrio entero donde se puede pasear entre casitas y chozos centenarios, cuyos muros ennegrecidos por la pizarra y el paso del tiempo.


Valoración: 4 estrellas

No hay comentarios:

Publicar un comentario