jueves, 14 de abril de 2022

Extremadura: Granadilla

Por su carácter medieval y el entorno natural que lo rodea, Granadilla es posiblemente uno de los pueblos abandonados más bonitos de España. Los musulmanes la fundaron alrededor del siglo IX, en plena expansión del califato, eligiendo ese punto por su ubicación estratégica: necesitaba una fortificación que sirviera de paso para la antigua Vía de La Plata. Muchos pueblos medievales han visto crecer a su alrededor todo tipo de rutas y accesos que las han vuelto carne del turismo masivo contemporáneo. Granadilla es la excepción y sólo se puede ingresar por su lado norte, ya que las rutas que seguían las vegas del río Alagón y Aldobara quedaron cubiertas por las aguas del embalse Gabriel y Galán. Todo formaba parte de un plan perfectamente ungido: tras la expropiación de 1955 la idea era que Granadilla se inundara. Pero Granadilla nunca se inundó.


Las fachadas de las casas hacen lo que pueden por no caerse, aguantando para nadie, rodeadas por murallas que completan un recorrido perimetral por el pueblo desde 1170, año en que Fernando II de León arrebató la ciudad a las manos musulmanas. Granadilla es una de las pocas ciudades-fortaleza en España que mantienen su muralla original.

El castillo que corona la entrada al pueblo es lo primero que llama la atención al visitante. Se cree que el construyó durante el siglo XV sobre una antigua alcazaba árabe. La fortaleza está formada por una torre central y cuatro torres semicirculares, una en cada lateral.  Se puede subir a su terraza superior a través de una escalera de caracol. Desde arriba se puede ver el trazado circular, ligeramente elíptico, de la muralla, que no conserva todas sus almenas pero sí su recorrido completo.  


En el centro del pueblo encontramos la Plaza Mayor rodeada de un conjunto de edificios que han sido rehabilitados. Destacan la Casa del Ayuntamiento y la Casa de las Conchas



Valoración: 5 estrellas

No hay comentarios:

Publicar un comentario