miércoles, 28 de julio de 2021

Castilla y León: Cepeda

 La villa de Cepeda se encuentra en la provincia de Salamanca ; a 96 kilómetros de la capital salmantina. Se alza esta localidad a una altitud de 633 metros sobre el nivel del mar y ocupa una superficie de 40.70 Km2 . Cepeda se asienta en la ladera de una pequeña colina, desde la que domina un extenso y profundo valle que se inclina buscando el río Francia.

A sus pies se extienden bosques de robles, castaños, madroños, acebos y endrinos; encinas y alcornoques. En las riberas crecen alisos, chopos; y en las partes más suaves, prados, y tierras de labor. La fauna nos ofrece una amplia variedad de especies como ardillas, zorros, corzos, jabalíes, cabras montesas, buitres y perdices.

Cepeda alcanza la categoría de villa en 1640 ; y al igual que el resto de tierras castellanas posee un gran fervor religioso que se puso de manifiesto en el Siglo XVI con la creación de cinco cofradías y cinco ermitas : la ermita de San Marcos; Santa Colomba; San Pedro; San Sebastián y la ermita del Humilladero. Posteriormente durante el transcurso de los Siglos XVI y XVII , Cepeda se convierte en un centro de arte y de artistas , debido a los diversos artesanos de la seda , carpinteros, curtidores, herreros y cerrajeros que se asentaron en su término municipal.

De su pasado histórico nos hablan los restos de la Edad de Bronce en el Cancho la Herradura, los restos del castro prerromano sobre el que se asienta el pueblo. Y los restos romanos en los Parajes de Perales y el Espolón. De la época visigoda nos dan fe trozos de pizarras y restos de cerámica.

Los musulmanes dejaron su influencia en la indumentaria, en la arquitectura y en las leyendas. De los judíos se conservan los dinteles, testigos de su conversión como la Casa de los Judíos. El poblamiento definitivo de Cepeda se debe al rey Alfonso VI con la llegada, sobre todo, de familias de origen francés y gascón.

Cepeda presenta un aspecto peculiar y único en la Sierra de Francia con su arquitectura ordenada. Sus calles y casas, de marcado carácter serrano, utilizan piedra, adobe y madera consiguiendo una arquitectura única.

La Plaza Mayor que tiene forma triangular ordenada en torno a La Moral, olmo centenario que es el símbolo de la villa.







La iglesia parroquial de San Bartolomé construida entre los siglo XVI y XVIII, con mezcla de estilos, aunque predomina el barroco. Tiene varios retablos barrocos e imágenes de gran calidad.

La Torre de las Campanas, del siglo XVII, separada de la iglesia, pues a su función religiosa unía una función social. En el siglo XVI se crearon cinco cofradías y cinco ermitas: las ermitas de San Marcos, Santa Colomba, San Pedro, San Sebastián y la ermita del Humilladero.

La ermita del Humilladero del siglo XVI, alberga un altar renacentista y la imagen de San Marcos, patrono del municipio.

La casa de los Judíos confirma la presencia de judíos conversos, cuya portada tiene un arco hispano flamenco del siglo XV.

La Casa de la Inquisición cuya fecha de construcción se ignora pero sí sabemos que estuvo habitada en el siglo XVII.

El Hospital de Peregrinos cuya portada es del siglo XVI.

El Mirador de La Corona. Hasta época reciente servía para trillar el grano. En la actualidad es un espléndido mirador desde el que se ven hermosas vistas de la localidad.

El puente del Coso de la Edad Media, puerta de entrada a un encantado bosque de robles y castaños y a viejas calzadas de piedra.

Valoración: 4 estrellas

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