jueves, 21 de mayo de 2020

La Palma: El Charco Azul

Estás en Santa Cruz de La Palma, pones rumbo al noreste de la isla, te detienes en Los Tilos, estiras las piernas con un buen paseo entre uno de los bosques de laurisilva más importantes de Canarias y, de repente, se te ocurre que te apetecería darte un baño de agua salada.

 

¿Opciones cercanas? La playa de Puerto Espíndola, pero el mar está un poco picado. ¿Qué queda? Pues nada más y nada menos que las piscinas naturales de el Charco Azul, dignas del galardón Bandera “Ecoplayas” durante varios años consecutivos y de estar consideradas como unas de las mejores del archipiélago canario.

 El charco Azul de La Palma ofrece una posibilidad distinta y singular para disfrutar del mar. Esta fama se incrementó tras una reciente remodelación, hasta el punto de lograr un premio internacional en 2013 por los servicios añadidos. En San Andrés y Sauces, uno de los municipios más bellos del norte de la isla, este enclave resulta ideal para disfrutar en familia del mar y el sol en contraste con el verde de la cercana laurisilva, bosque prehistórico de gran valor.

Esta zona de baño se ha convertido en una atracción natural gracias a las características del charco, de grandes dimensiones y protegido del oleaje, pero también a la piscina infantil con fondo liso, la pequeña cascada, las escaleras, barandas, solárium, duchas, vestuarios, sus medidas de seguridad, limpieza, vegetación y aparcamientos.


Las características de El Charco Azul permiten darse un chapuzón en sus aguas prácticamente durante todo el año, aunque hay que recordar que La Palma está en el océano Atlántico y el agua suele ser más bien fría, incluso en verano.

El complejo está integrado por una piscina grande, una infantil y una pequeña cala de piedra volcánica que se conoce como el “Charco de las Damas”.

A corta distancia, siguiendo el paseo peatonal de El Melonar, también se puede acceder a una pequeña playa, que suele tener poca afluencia de público porque la arena no es precisamente lo que más abunda en el lugar.


Sin embargo, si la marea está baja y el mar tranquilo, te recomiendo acercarte a este lugar al menos para relajarte un rato y disfrutar del paisaje marino de esta zona.

La entrada es gratuita, así como el uso de las duchas y de los vestuarios.  

El Charco Azul cuenta con un bar – cafetería que tiene precios razonables,  no como el restaurante que hay por encima de las piscinas que es un timo.


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