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lunes, 4 de diciembre de 2017

Durham: Catedral de Durham

El monumento icono de la ciudad medieval de Durham, al norte de Inglaterra, es, sin lugar a dudas, su catedral.

La catedral muestra además las imágenes más representativas de esta pequeña, con sus torres sobresaliendo de la frondosa vegetación en lo alto de la colina que es rodeada por el río Wear.



En tu visita a Durham, encontrarás la catedral en el lado sur de la gran pradera conocida como Palace Green, situada en lo alto de una colina en el centro geográfico de la ciudad.

La Catedral de Durham mantiene la mayoría de los elementos originales de la época en que fue construida en el citado estilo normando, la variante que se desarrolló en Gran Bretaña del característico estilo arquitectónico románico.

Historia catedral de Durham

Iniciada su construcción en el año 1095 para ser el mausoleo de las reliquias del santo St Cuthbert, se tardaron 40 años en terminar las obras. Su longitud de 143 metros la puedes apreciar perfectamente desde la gran pradera sobre la que se extiende el edificio, el cual te dará una sensación de gran robustez y austeridad.




Las dos torres del lado oeste datan de los siglos XII y XIII, y la gran torre central es posterior, pues es del siglo XV, y muestra detalles de estilo gótico.

En el interior de la Catedral de Durham se refuerza la sensación de robustez ante las columnas de gran grosor que circundan la nave central, todo ello de estilo normando.

Pero en su interior también hay elementos de estilo gótico. Lo más destacado, las bóvedas con el techo nervado, solución habitual en catedrales góticas, pero que se aplicó por primera vez en la Catedral de Durham.



Dos son los rincones más destacados en el interior de esta catedral. Por un lado, la capilla de los Nueve Altares, añadida en el lado este durante el siglo XIII, con estilo gótico primitivo.




Y por otro lado, la capilla Galilea que podrás ver en el lado oeste, a la derecha según entras en la catedral. Sus columnas decoradas con un diseño en forma de zigzag, hacen que esta capilla muestre un estilo que, sorpréndete, puede recordarte en cierto modo a los característicos arcos y columnas de la Mezquita de Córdoba.



La entrada a la Catedral de Durham es gratuita, si bien no se pueden hacer fotos en su interior. En suma, una visita obligada en nuestro viaje a la ciudad medieval de Durham.

Durham

A la hora de hacer un viaje en coche por Inglaterra, si te diriges hacia Escocia subiendo por el lado este de la isla británica, tendrás la oportunidad de visitar la bella ciudad medieval de Durham.

La encontrarás casi en la frontera entre Inglaterra y Escocia, a 222 kilómetros al sur de Edimburgo, muy cerca de la ciudad de Newcastle.

La ciudad medieval de Durham se caracteriza y te impresionará por su espectacular emplazamiento sobre la colina rocosa que se eleva sobre un meandro del río Wear.

Si bien esta pequeña ciudad tiene una zona moderna que se extiende fuera de esta península, es en dicha colina donde se encuentran los monumentos y calles medievales que te aconsejo visitar.
El bello conjunto arquitectónico que en la actualidad forman la espectacular catedral y el castillo en el emplazamiento sobre la colina, ha sido considerado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

Con el paso de los siglos, la ciudad medieval de Durham tuvo una gran actividad gracias al peregrinaje hacia la catedral, lo que la llevó a desarrollarse como un importante centro de actividad comercial.

Con posterioridad, en el año 1832 se fundó la Universidad de Durham, la más antigua de Inglaterra tras las de Oxford y Cambridge, y su castillo pasó a convertirse en el primer colegio universitario.

El eje clave de la ciudad medieval es la calle Saddler, a la que accederás por una calle empinada tras cruzar el histórico puente Elvet, del siglo XII.

En la parte baja de la calle encontrarás la Plaza del Mercado, concurrida plaza donde en primer lugar te llamará la atención el edificio de la iglesia de San Nicolás.




Si bien la iglesia que había en ese mismo lugar es originaria del año 994, de la época normanda, y sus muros formaban parte de la antigua muralla de la ciudad, la que vemos actualmente es el resultado de dos modernas restauraciones.

La primera de ellas se llevó a cabo en el año 1858, en la época victoriana, y la segunda restauración de la iglesia de San Nicolás de Durham ha sido mucho más reciente, en el año 1981.

Esta llevó consigo una gran modificación de su interior, de forma que la decoración de la iglesia ahora no tiene nada que ver con su antecesora de la Edad Media.

Mercado de Durham

Aparte de los edificios del antiguo ayuntamiento de la época medieval, en 1356, y del nuevo y actual Ayuntamiento de Durham construido en el año 1850, va a ser el edificio del mercado el que más va a suscitar nuestro interés.

En la época medieval, la Plaza del Mercado de Durham tenía una gran animación pues toda la actividad comercial se desarrollaba en puestos callejeros.

Pero ante la gran cantidad de comerciantes, se hizo necesaria la habilitación de un mercado en un recinto cerrado.

De este modo, en 1851, durante la época victoriana, se utilizó un antiguo edificio medieval para construir el nuevo Mercado de Durham.



En tu visita al Mercado de Durham encontrarás puestos de venta de los más diversos productos, desde alimentación, hasta ropa o electrónica, pero comprobarás que el edificio mantiene la arquitectura y el estilo de la época victoriana.

Palace Green en Durham

El otro punto de interés de Durham lo encontrarás en la gran pradera conocida como Palace Green, que es el centro neurálgico monumental de la ciudad.

Esta gran pradera la verás rodeada por la catedral normanda, el castillo, el edificio de la Biblioteca universitaria, y las antiguas casas medievales Almshouses.

Cuando llegues a Palace Green subiendo por la empinada calle Saddler desde el histórico puente Elvet, o desde la misma Plaza del Mercado, de frente verás majestuosa la Catedral de Durham.



Junto a ella se sitúa un mirador desde el que tendrás bonitas panorámicas de la parte oeste de la ciudad moderna.

En el mismo lado oeste de Palace Green verás el edificio de la Biblioteca de la Universidad, y en el lado norte, el Castillo de Durham.

Castillo de Durham

Fue en el siglo XI cuando el rey Guillermo de Inglaterra consideró esta colina como un excelente lugar para establecer una fortificación defensiva.

Así , en el año 1072 se inició la construcción del castillo, fortificación que pasó a convertirse en la residencia de los sucesivos obispos de Durham, mientras la ciudad se ganaba una gran fama como lugar de peregrinaje hacia su catedral.

Dichos obispos fueron modificando sustancialmente la estructura normanda del castillo.



Así, en el año 1284 se añadió el Gran Salón, y en 1500 se construyeron las cocinas medievaless. Y en 1540 fue la capilla la que se incorporó.
Siglos después, en 1840, coincidiendo con la fundación de la Universidad de Durham, la parte principal de la fortificación, la Torre del Homenaje, pasó a convertirse en un colegio universitario.

En 1986 el castillo de Durham fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como parte del conjunto monumental que forma con la catedral de Durham.

Almshouses en Durham

Al otro lado de la gran pradera, en el lado este de Palace Green, entre otros edificios destacan las casas medievales Almshouses.

Construidas en 1666 por el Obispo de Durham, vinieron a sustituir a una antigua Escuela de Gramática que venía funcionando desde dos siglos antes.



En 1832, tras la fundación de la Universidad de Durham, el edificio fue cedido a la misma, tal como también ocurrió con el citado castillo. En la actualidad, en las Almshouses encontramos un café y una galería de arte.

Finalmente, cabe citar que desde el otro lado del río, en las zonas ajardinadas que hay a orillas de éste, tendrás las vistas panorámicas icono de la colina de la ciudad medieval de Durham, con su majestuosa catedral como principal protagonista.

Donde comer


En Durham te recomendamos visitar el restaurante Lebaneat. Está en todo el centro histórico a un paso del Palace Green, en el número 47 de la calle North Bailey. Sirven una comida libanesa exquisita a un precio bastante asequible.